lunes, 20 de febrero de 2012

Hospedaje

Morella consta con una gran variedad de hoteles entre los que queremos destacar los tres siguientes:

El Hotel Rey Don Jaime consta de 44 habitaciones (1 suite, dobles e individuales) decoradas empleando materiales y tejidos típicos de la zona. Todas las habitaciones están dotadas de baño completo con secador de cabello, TV, calefacción central, aire acondicionado, teléfono directo, conexión inalámbrica gratuita a Internet y vistas panorámicas a la motaña o al centro histórico de Morella, según la orientación.
DIRECCIÓN                                                  WEB
Juan Giner, 6                                                   http://www.reydonjaimemorella.com/
TELÉFONO                                                   EMAIL
964 16 09 11                                                  hotel@reydonjaimemorella.com

 
El Hotel del Pastor está situado situado en pleno centro de la ciudad de Morella, sus amplias y modernas habitaciones combinan la austera tradición morellana con todas las comodidades de un moderno Hotel, consiguiendo una magnífica paz y sensación de bienestar en todas ellas.
El edificio, completamente restaurado con materiales de la zona, se integra perfectamente en la arquitectura medieval de la ciudad y en el conjunto de sus monumentos civiles y religiosos.

DIRECCIÓN                          WEB
Sant Julià, 12                           http://www.hoteldelpastor.com/
TELÉFONO                           EMAIL
964 16 10 16                          info@hoteldelpastor.com

El Hotel El Cid dispone de 22 habitaciones (20 dobles y 2 individuales), equipadas con baño completo, servicio de teléfono, televisión, calefacción central y balcones al exterior.
La situación del hotel en la ciudad y la distribución de las habitaciones en las plantas superiores del edificio, ofrecen unas fantásticas vistas del entorno y de la muralla que rodea la ciudad.
Zona wifi gratuita en zonas comunes y 8 habitaciones.
El restaurante ofrece una cocina que combina la tradición con la innovación, siendo tanto el menú como la carta apta para celíacos.
También dispone de servicio de catering para banquetes y, como opción, para degustar la cocina del Cid en casa.

DIRECCIÓN                                    WEB
Puerta San Mateo, 3                          http://www.hotelelcidmorella.com/
TELÉFONO                                     EMAIL
964 16 01 25                                    info@hotelelcidmorella.com
FAX
964 160 151

Cómo llegar

La N-232 es el eje de comunicación de Morella con Zaragoza y Logroño. Asimismo, esta carretera conecta Morella con los destinos turísticos valencianos del litoral, con la Autopista del Mediterráneo (AP-7) y con la carretera N-340.
Desde Castellón, también se puede acceder a la ciudad por la C-238 que enlaza posteriormente con la N-232 en dirección a Morella.
Los aeropuertos de Valencia, Zaragoza y Reus se encuentran todos a unos 175-180 km. de Morella.
Existe un servicio de autobuses que comunica con Castellón, Vinaroz, Peñíscola así como otras poblaciones turísticas del litoral.

Historia de Morella


Encaramada espectacularmente en la ladera de una montaña, la ciudad amurallada de Morella, la antigua Castra Aelia de los romanos y feudo del carlismo en tiempos del general Cabrera, señorea el paisaje del Alto Maestrazgo. Morella puede exhibir una historia tan antigua como ilustre.

Prehistoria

En su comarca se han encontrado numerosos e interesantes restos arqueológicos y todavía se conservan las pinturas rupestres de Morella la Vella que atestiguan la presencia del hombre prehistórico por estas tierras. En Les Solanes fueron halladas alrededor de una veintena de sepulturas de la Edad de Bronce e hipogeos en Hostal Nou, reliquias prehistóricas que fueron lamentablemente destruidas. Morella fue uno de los primeros pueblos asentados en tierras españolas, ya que se considera que su fundación data del período eneolítico, que se sitúa entre el año 2500 a. C. y el 200 a. C. Con la llegada de los celtas se estableció en el actual emplazamiento de Morella la tribu de los beribraces o brigaces.

Antigüedad

De la estancia de los griegos por la comarca da fe, como inestimable testimonio, el denominado Tesoro de Morella, cuyas valiosas monedas, entre las que destacaban las procedentes de Creta, Taras y Magna Grecia, se han perdido. Los cartagineses no lograron someter a los ilercavones, descendientes de los beribraces. Aníbal pactó con ellos y los convirtió en aliados suyos. Mandonio, régulo de Mandonia (Morella), participó en las guerras púnicas y los ilercavones lucharon unas veces al lado de los cartagineses y otras a favor de los romanos, siempre en defensa del ideal de independencia. Tras la muerte del general Quinto Sertorio, que se había rebelado contra el poder de Roma, toda la comarca pasó a depender de los romanos. Morella fue profundamente romanizada y sus habitantes siguieron las costumbres y aceptaron las leyes romanas. La ciudad adquirió el título de municipio romano y se integró en la provincia Tarraconense.

Alta Edad Media

El paso de los visigodos por Morella dejó escasas huellas históricas. No obstante, se considera que las iglesias de San Nicolás de Morella y de San Pedro de Castellfort son de origen visigótico por lo que respecta a su fundación. Los vándalos tomaron Morella a sangre y fuego y la ocuparon durantes unos tres años, abandonándola el año 411. Los visigodos mandados por Ataúlfo conquistaron la Tarraconense el año 414, pero Morella, mediante un pacto, quedó dependiendo de Roma hasta que Eurico se adueñó totalmente de la provincia en el año 476.

Periodo árabe

Fue ocupada por los bereberes el año 714. Posteriormente, la ciudad pasaría a depender del rey árabe de Tortosa. Por esta época aparece vinculado a Morella el nombre del Cid que, parece ser, fue quien precisamente reconstruyó su castillo. En las inmediaciones de Morella se desarrolló una famosa batalla durante la dominación musulmana, de la que fue principal protagonista Rodrigo Díaz de Vivar, contra el que unieron sus fuerzas el rey moro de Lérida y Tortosa Al-Mundir al-Hayib y el rey cristiano Sancho Ramírez de Aragón. El Cid les presentó batalla al pie de Morella el 14 de agosto de 1084, en una localización aún no aclarada completamente, que podría situarse en el llamado Pla del Rei, derrotando a sus oponentes, haciendo prisioneros a 2.000 mesnaderos y a numerosos nobles cristianos y jeques árabes.

Baja Edad Media

El año 1117 el rey don Alfonso I el Batallador reconquistó Morella por primera vez para los cristianos. Vuelta la ciudad a poder de los musulmanes, el conde Ramón Berenguer intentó apoderarse de ella el año 1157, tras la conquista de Alcañiz, pero no lo consiguió. Había de ser Jaime I el Conquistador quien, el año 1232, expulsase definitivamente a los árabes. Las fuerzas cristianas que reconquistaron Morella estuvieron dirigidas por don Blasco de Alagón -conocido por el sobrenombre de El Mayor-, que fue señor feudal de la ciudad, la cual, a su muerte, pasó a depender directamente del poder real. Don Blasco publicó el 16 de abril de 1233 la primera carta-puebla de Morella, que concedía a sus habitantes los fueros de Sepúlveda y Extremadura. Posteriormente, el rey don Jaime suprimió el feudo y anuló la carta-puebla, dictando otra el 16 de febrero de 1249. Jaime I se comportó generosamente con los morellanos y les otorgó el honroso privilegio de la fidelidad.

Edad Moderna

El año 1672 sufrió los estragos de una epidemia que los documentos de la época denominan fiebres malignas. Desde entonces se celebran en Morella las famosas Fiestas Sexenales, en conmemoración de la decisión tomada el 14 de febrero de 1673 de celebrar una novena cada seis años en acción de gracias por la salvadora intercesión de la Virgen de Vallivana cuando Morella sufrió esta epidemia de peste.
Durante la Guerra de Sucesión, Morella tomó partido por Felipe V. Los partidarios del Archiduque Carlos, al mando de Mut de Valjunquera, intentaron entrar en Morella, pero fueron derrotados en la sierra de San Marcos. Morella tuvo que rendirse, al fin, el 3 de febrero a las fuerzas de Felipe V que la sitiaban. Bajo el reinado de este monarca, Morella se convirtió en capital de Gobernación Militar y Política.
En 1808 se sumó al patriótico levantamiento contra Napoleón; como en muchos lugares fueron las clases populares las que se enfrentaron con las tropas invasoras. Por fin, en octubre de 1813 las fuerzas españolas, mandadas por el general Elío, consiguieron reconquistarla.

Edad Contemporánea

En los años del reinado de Fernando VII, Morella se vio envuelta en constantes convulsiones políticas, enfrentándose abierta y enconadamente los partidarios de la Constitución de 1812 y los partidarios del absolutismo, denominados realistas.
Los enfrentamientos culminaron el 5 de junio de 1822, cuando un grupo de absolutistas hicieron que la guarnición de Morella se rindiese, haciéndoles creer que contaban con fuerzas muy numerosas. Doce días más tarde las tropas gubernamentales recuperaron la ciudad. No obstante, un año después los absolutistas volvieron a ocupar la población.
Al morir Fernado VII en 1833 y encenderse la cruel guerra carlista entre los partidarios del hermano del rey fallecido, don Carlos, y los de la reina madre María Cristina, de nuevo volvió a ser escenario de cruentas luchas y avatares sin cuento. Morella fue conquistada por el ejército de Ramón Cabrera el 26 de enero de 1838, defendida victoriosamente ante el ataque de las cinco divisiones del general Oraá en verano del mismo año, y convertida en la capital carlista del territorio controlado por Cabrera hasta 1840. Cuando la tercera guerra carlista terminó, Morella se dedicó durante años a restañar los daños experimentados en la contienda.
 Como consecuencia de todo su pasado histórico se ha convertido en una población de gran atractivo turístico y monumental.